Bonjour,
Jueves 4 de Abril, a estas
alturas de la semana ya hemos dejado atrás los 4 partidos de Champions, ya se ha quedado atrás esas
noches mágicas de campos llenos y de un himno absorbente. Sin nada decidido,
casi excepto en una pequeña ciudad llamada Madrid, que esperará no por ello con
menos ansia, el partido en el barrio de Gálata, para así firmar su tercera
semifinal de los últimos 3 años, algo sobre lo que un portugués seguro que
tiene bastante culpa.
Hablando en mi línea de tiempo
todo empezó en el Parque de los Príncipes, donde días antes la selección firmo un
gran partido, y donde un cancerbero seria el protagonista, y para volver a
estas tierras no sin el mismo protagonismo aunque no creo que tan merecido. Allí
donde se esperaba un partido igualado, quizás con un halo de esperanza en los
barcelonistas de liquidar la eliminatoria, pero que se encontraron con un PSG que sabía bien lo que quería hacer
en cada momento. Se hablo mucho del perdón a Zlatan, y aun mas de la incorporación de Sir David Beckham en el once titular, creo que con el propósito de
atacar a un Barcelona que sufre mucho a balón parado. Aun así vimos un partido
disputado, bonito, y eso que competía con los otros cuartos de final con un
cartel muy apetecible. Aunque el PSG
tenía el partido bastante controlado, y dio varios avisos en la portería de Víctor Valdés, el marcador lo abriría Messi, dato extraño tratándose del mejor jugador de la historia, y es que
la pulga necesita más bien poco para
crear una ocasión y mandarla para dentro, además todo es más fácil cuando
recibes una asistencia así. El partido transcurriría con idas y venidas, con
unos parisinos que lo intentaban, y unos barcelonistas que no conseguían cerrar
el partido. Entre todo esto apareció quien si no, el árbitro, lejos de querer
criticar pues todos nos confundimos y él hace su trabajo lo mejor que puede,
hay que decirle que lo hizo mal, igual que se critica cuando Alexis Sánchez falla una ocasión. Pues
bien, quitando el fuera de juego en el gol de Zlatan, ¡oh, otra vez tu! Que
pensara más de uno, la decisión faltando al reglamento de que dos jugadores
atendidos abandonen el campo, ya es un error de bulto, pues su trabajo Señor Stark es aplicar el reglamento, y para
eso, señor, hay que conocerlo. Pero bueno, no creo sinceramente que un árbitro
sea el factor más fundamental de un partido, y después de ese empate del “descubridor de filósofos” se llegaría a
un partido más bronco, y en donde el mencionado Alexis esta vez acertado, provocaría un penalti con bastante ayuda
del portero local, Xavi lo transformaría
realizando así una celebración aplaudible, que dejaría al Barça con pie y medio en semifinales, si no fuera por la última ocasión
del partido, con Matuidi de
protagonista, para mi uno de los mejores jugadores del choque y con el
cancerbero antes nombrado, se le criticó, pero después de ser héroe durante el
partido(aunque esa sea su función), yo no le convertiría en villano, pues vimos
90 min antes en tierras germanas, como un gran portero reaccionaba bastante
peor, ante un tiro más lejano provocando igualmente el gol por la desviación de
un compañero.
Y es que así empezó, el “partido de la jornada” entre italianos
y germanos, entre un equipo remodelado y con un brújula llamada Pirlo, y una maquina muy bien
engrasada, precisión germana me gusta llamarla a mí. Se podría pensar que ese
gol cambio el partido, cuando a los 20 seg. Alaba conectaba un tiro sencillo, que se convertiría en un gol,
menos importante de lo que parece. Pues ahí estaba la Vecchia Signora mostrando
sus galones, y enderezando una eliminatoria que se trunco demasiado pronto, la tecnología
alemana parecía temblar, esos engranajes ya no estaban tan precisamente
colocados, pero duraría poco, quince minutos, sería el poder que la Juve tendría para persuadir a los
teutones. No sé, si coincidiría con la salida de Kross, y la entrada de un rejuvenecido Arjen Robben que proclama la vuelta a la titularidad, en un equipo
donde es casi imposible hacerse hueco. Y es que, la reestructuración del Bayern, confinó a la Vecchia
Signora a un asilo, donde podrá contar no sin alegría sus acciones en
batallas ya olvidadas. Y poco mas tuvo el partido, darán las gracias en Italia si pueden ser objetivos, por que
el partido solo acabara en un 2-0, que
deja a los de Conte en buenas
condiciones para luchar por el pase a semifinales, aunque mucho tendrán que
cambiar las tornas.
Esa noche lluviosa dio paso a un día
mas lluvioso en Madrid, esa ciudad
que se vestía de gala otra vez ante unos cuartos europeos, y que acogía a una
masa de turcos que vivían el partido con alegría y esperanza, llegando casi
a los 10.000 espectadores en el templo blanco, pese a los intentos de algunos
por cerrar el fútbol, en una acción que me hubiera parecido lamentable. Lo que
pasa es que cuando tienes a una bestia
como CR7 (cuyo único mal ha sido
coincidir en tiempo y en espacio con Lionel
Messi) circulando por el campo, es difícil resistir la tentación de que en
10min ya te haya hecho un gol, y más si tu arma defensiva contra el es Eboué, un jugador que nunca ha
destacado por su talento defensivo. Y en estas los castizos seguían haciendo lo
que mejor saben, contragolpear, y un equipo con Yilmaz, Wesley y Didier como talante ofensivo era
incapaz de inquietar a un Diego López,
que intenta defender su sitio como puede, aunque con la ayuda del todopoderoso, las cosas son más fáciles.
A la media hora del partido estaba todo visto para sentencia, pues Benzema en otra acción apuntable de Eboué, recibía el pase de Essien, que sustituía a Arbeloa, parece que de forma acertada,
y la empujaba a la red. Tengo que recalcar el acierto del entrenador de
introducir a Benzema en los partidos
de casa, donde los equipos se cierran y su calidad es mas destructora que la
potencia de Higuain, al que luego
con espacios y aunque esta vez fuera a balón parado se le otorgaría la
posibilidad de reivindicarse y de marcar su gol, para así definitivamente,
cerrar una eliminatoria, que podía haber dejado alguna sorpresa, pero que sin miedo
a equivocarme los permite a los madridistas sentarse tranquilos el próximo martes,
o incluso ir al cine si la cartelera así se lo permite.
Donde no estarán tan contentos será
en la Rosaleda, pues aunque el
resultado deja todo abierto para la vuelta, las sensaciones del partido, aunque
a ratos, todo hay que decirlo, no pueden ser buenas. Vimos un partido, para mí
el mejor de todos, y curiosamente en el que menos goles hubo, ninguno, para ser
exactos, pero donde dos equipos, que no colocaríamos entre los favoritos, nos
brindaron un espectáculo magnifico, para cualquier seguidor de fútbol. Y aunque
es triste que la falta de gol, la esencia
de este deporte, no me permita explayarme, no quiero dejar este análisis sin
hacer una mención especial a uno de los grandes jugadores del momento, Lewandowski, sé que no voy a
descubrirle yo ahora, pero que quieren que les diga, el espectáculo que realizo
ayer es digno de colocarse en una vitrina y preguntarle a cada niño que quiera
ser delantero de élite si puede hacerlo como él, si la respuesta es negativa,
que se abstenga y busque un futuro más justo con sus capacidades. Aunque falló
una de las ocasiones más claras del partido, el fútbol no es suerte, es probabilidad
y lo más probable es que jugando así, se convierta en uno de los mejores
delanteros del mundo, algo de lo que seguro ha tomado buena nota el Señor Guardiola.
Se me olvidó comentar mi más
sincero apoyo de recuperación a Mascherano
por el mal que nos acontece, y sobre Messi
poco diré, pues sus plazos de recuperación son tan exageradamente buenos como
su capacidad futbolística.
Buenos días,