viernes, 1 de mayo de 2020

MI EQUIPO ES MI HIJA

Voy a revivir el blog 7 años después con la transcripción de una de mis charlas de la temporada 2019/2020.

Para poneros en situación llevábamos un mes de competición cuando empiezan a surgir de manera normal los primeros “problemas” por los minutos que juega cada jugador. Lo pongo entre comillas porque no fue un problema real, si no el malestar de aquel jugador que no dispone de los minutos que cree merecer. Ya sean muchos o pocos la cuestión no es lo que juegue cada uno, si no lo que cree que debería jugar. Las órdenes del club son claras en cuanto a este aspecto, alejándose en este caso de lo más educativo (en cuanto a repartición de minutos) y enfocándose en un sistema más competitivo y de rendimiento. Nosotros como extensión del club usamos esta máxima, sin perder de vista la edad y la capacidad de comprender y aprender de cada uno de nuestros jugadores que aun está prácticamente sin desarrollar.

Charla de lunes antes de comenzar la sesión y después de los saludos y conocer el estado de cada jugador para el entrenamiento:

"Hoy os voy a hablar de mi hija, mi hija es este equipo.
No sé si os habéis dado cuenta de lo guapa que es, está buenísima, y ¿sabéis que pasa con eso? Que todos queréis salir con ella. Pero no podéis todos.
¡Que mi hija no es una guarra!
Y yo soy un padre muy cabrón y lo sabéis. Con mi hija no va a salir cualquiera. Y es una putada, porque no tengo ninguna duda de que muchos os lo merecéis y de que todos la queréis mucho. Pero como mi hija es pequeñas aquí mando yo.
Entonces, ¿qué tenéis que hacer? Convencerme a mí. Tratándola bien, cuidándola. Y si aun así no la dejo salir con vosotros no es culpa suya, es mía, eso tenedlo claro si vosotros hacéis todo lo posible por estar con ella, haciéndolo bien, la culpa no es vuestra, y mucho menos suya, es mía.
Como os digo siempre, hay que ser egoístas, pero egoístas inteligentes. Odiadme. Odiad al padre de vuestra novia porque no la deja salir con vosotros, pero como vosotros lo que queréis es salir con ella, no os queda otra que convencerle, por mucho que le odiéis.
Pero, ¿sería absurdo que os enfadéis con vuestra novia no? Ella no tiene culpa, si ella también quiere estar con vosotros, y os lo demuestra todas las semanas. Y más absurdo seria hacer algo que cabree a su padre. Si, tenéis que enfadaros con el padre, pero que vea que aunque él no os caiga bien, haríais cualquier cosa por su hija.
El padre seguramente no tiene ni idea, tiene una imagen de vosotros, cambiadla, preguntadle. Quizás un padre le ha dicho que fumáis porros o que bebéis. Entonces no va a querer que salgáis con sus hijas, y vosotros siendo mentira, estáis viendo que otro que si lo hace, sale con ella. ¿Qué vais a hacer? ¿Chivaros?
Os aseguro que no quiero que me hija salga con uno que fuma porros, pero tampoco con un chivato.
Por eso, preguntad. Sin miedo.
¿Qué problema tiene con que salga con su hija?
Y si el padre no es un hijo de puta os dirá la verdad.
Y cuando lo consigáis, cuando os deje salir con su hija, cuidadla, cuidad cada minuto que os den, porque hoy te dejo salir 20 minutos con ella, y veo como la tratas, y que das la cara por ella y mañana serán 60 y al pasado 80, y ya no os puede dejar mas porque no hay más minutos. Pero el siguiente finde, serán otros 80. Pero hay que cuidarla, porque os digo que además mi hija es supercaprichosas, pero no son tontas. Tú le puedes regalar el peluche más bonito del mundo, un gol, pero ya te digo que si no te lo curras los 79 minutos restantes, se va a ir con otro, seguro. Si ya la conocéis todos, una tontería no la vale, aquí hay que currárselo para convencerla. Y si no, ya me encargaré yo de que se vaya con otro, y ninguno queréis eso. ¿A que no? Y eso me vale para recordaros lo que siempre hablamos de la presión tras pérdida, a tu novia le han robado el móvil, y ¿qué haces? ¿te quedas mirando? Me lo como.
Ahora toca aplaudir a Marcos que salió con mi hija el sábado.
Cuídala y que no se te escape.
Y el que quiera salir con ella, hoy tiene otra oportunidad de demostrar que se lo merece.
¡Vamos!"



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