La noche del
martes comenzó como acabaría la del miércoles pasado, aunque ya advertidos,
ante la eliminatoria para mí, de estos cuartos de final. En el Signal Iduna Park volveríamos a ver un
partido muy igualado, con dos rivales que apuestan por un buen fútbol, aunque
entendido de maneras distintas, el toque y la sutiliza de los boquerones, junto a la magia de un
rejuvenecido Joaquín, al que la
vuelta a su tierra andaluza le ha sentado de maravilla, supo calmar a un
estadio que rugía desde el principio, aunque la velocidad en la transición de
los teutones empató el partido, con la
persona a la que destacaba la semana pasada, Robert Lewandowski. El
partido lejos de lo que cabe esperar, seguiría con un dominio bastante
pronunciado del equipo andaluz, aunque bien es cierto que el Borussia seguía haciendo daño, y aunque
no es santo de mi devoción, será
santo para siempre, o hasta que dure la memoria, San Wilfredo Daniel Caballero. Desvió dos acciones con más mérito e
intención de lo que parece, y dio alas, para que Eliseu nada más entrar al campo, pecara de egoísmo, aunque no tengo
claro que ese balón hubiera entrado, pero empujó un balón en posición
adelantada, posición que solo debimos ver unos pocos, o al menos no quien tiene
que verlo, el línea. El Borussia apretó
y fruto de innumerables balones colgados al área, en un error del nada dudoso Demichelis, lograrían un empate que al
equipo andaluz le seguía manteniendo vivo, a falta de escasos minutos, que se
convirtieron en eternos. Ya cuando la bola del Málaga se colocaba en el sorteo de Champions, y el Ingeniero
volvía a hacer historia, apareció el que nunca debería aparecer, esta vez
respaldado por 5 compañeros, que lejos de ayudar, cometieron un sin fin de
errores, por detallar algunos, segundas amarillas no mostradas, agresiones
entendidas como fingidas, y como colofón final un doble fuera de juego; supongo
que el línea de ese medio campo, tendría envidia de la decisión tomada por su
compañero y quiso superarle, y no solo falló en un fuera de juego, si no que lo
hizo en dos. Así, este asistente gano su duelo particular, con sus compañeros
de área como observadores, que me parece a mí que poca labor más hacen. La noche de magia, la noche de Champions se estrelló, claramente solo en la parte
suroeste de Europa, en la zona germana, seguro que las estrellas de la Champions brillaron más que nunca y
sobretodo con la victoria más que solvente de los vecinos de München.
Aunque esta sería
una victoria en el país de la bota,
la verdad es que la eliminatoria a priori más igualada se convirtió en la más
desigualada, con un claro vencedor, que se postula al título, dando así la
importancia que la Bundesliga
empieza a merecerse. Y es que, el equipo de un entrenador ya suplido, manejo el
partido a su antojo, y trato a la Vecchia
Signora como ha de tratarse a una anciana, con respeto, como dice la UEFA respect, y no hay mayor respeto en el mundo del fútbol, que mostrar
tu superioridad sobre el campo. El timonel Pirlo
se encontró siempre fuera del partido, diría que el ritmo le vino grande, pero
no creo que a un jugador como él haya nada que le venga grande, aunque sí creo
que debemos valorar como se merece el trabajo táctico de Muller o de Mandzukic,
inspirados seguramente por ese entrenador destronado, evitando siempre la
creación de juego desde esa pieza tan fundamental. Y hablando de Mandzukic, que fue amonestado y no
podrá jugar el primer partido contra el Barça,
salvo perdón divino (acción más que factible, ya que no hubo ni falta), hay que
decir que si “el Pep” tiene que tomar
nota de Lewandowski, se le avecina
un problema, pero créanme bendito problema, aunque eso ya es otra historia. Me
encantará ver cómo se las apaña para acoplarle a un equipo con el delantero
croata como referencia que ha dejado en la suplencia al hispano-alemán Mario Gómez, que ni si quiera participó
en este partido de vuelta, aunque sí lo hizo el 3er delantero germano,
en su segunda vida en Múnich, Pizarro, delantero que hace solo unos
días marcaba 4 goles en un partido de liga, y que solo necesitó una ocasión,
para silenciar a los tifozzis y
desearles mejor suerte en la próxima edición de la Champions.
Edición en la que
sin duda se encontrará el PSG,
equipo formado por estrellas a golpe de talonario, y donde todo el mundo espera
individualidades, y sin embargo, fue al Camp
Nou a demostrar que quiere irrumpir en el panorama internacional, osados
ellos, disputándole la posesión a un Barça
que ha falta de estrella, saco a una constelación entera, en la que más brilla el astro de Fuentealbilla, y que aunque,
el equipo no se encuentra en su mejor momento, les fue suficiente, eso sí, con
la inclusión de Lionel, y la participación
de un hombre al que no se le valora en su justa medida Don PedroRodriguez, para dar la vuelta a una eliminatoria que se
había puesto complicada, con el gol de Pastore,
ante otro grave error de la defensa catalana, que aparte de los múltiples
problemas que posee, no encuentra la solución para sanarlos. Ni se la juegan
dando paso así a la "cantera" de la que tanto presumen, aunque
daremos un voto de confianza a Tito
y si no considera que están preparados será por algo, pero en su enésimo error
en la firma de jugadores, nos encontramos a un Song en el banquillo, mediocentro fichado según dicen para ejercer
de central, pero cuando es necesario ha sido Adriano ya, lateral fichado para ejercer de todo, el que ha tenido
que suplir esas bajas a mi entender sin mucho acierto. Además, ahora habrá que
sumar también la baja de este.
Donde el problema
de bajas es grave también, es en la
ciudad blanca, a los ya constantes problemas también defensivos, a lo mejor
alguien se está equivocando en algo, sumamos la baja por lesión de Essien en su enésimo reconvertimiento,
esta vez de lateral derecho, y la de Arbeloa,
por sanción, no sabemos aun si frustrado por su nueva situación de suplente. El
partido en Turquía no tenía mucha
historia, más que la que le quiso dar el propio madridismo, si bien anuncié, la ida de los aficionados al cine, he
de decir que el que me hiciera caso, se perdió un verdadero espectáculo, eso sí,
protagonizado por los turcos y avivado por un Madrid que estaba pensando ya en el sorteo del viernes. Aunque todo
empezaría con El Bicho, haciendo de
las suyas, y los árbitros validando un gol dudoso, para seguir con el tema
principal de estos cuartos, el partido se antojaría bastante más entretenido,
el Galatasaray efectuaría el cambio
al descanso al que nos tiene habituados, y aunque es más que revisable la
actuación defensiva de su lateral derecho Eboue,
no le pondremos pegas al gol que materializó nada más salir del descanso,
parece ser, que por esas zonas, la afición te empuja a seguir disputando los
partidos aunque no tengas nada que hacer, y cuando cuentas con jugadores como Sneijder o Didier Drogba, que recordaron a sus momentos de gloria, es más
fácil que la afición acabe volcada ante un equipo, que nunca se creyó del todo
que pudiera ganar y que se sintió satisfecho con haber logrado la victoria en
su propia casa. Sin embargo, Cristiano
no quería despedirse sin anotar su
número 48 en 47 partidos, y es que este, juega a otra cosa, en un partido ya
tranquilo y acabado, su afán por ganar y meter goles no tiene límite, aunque no
sea el mejor ejemplo para los niños de hoy en día por múltiples razones que
todos conocemos, ¡Ay, amigo¡, si eres
capaz de enseñar a tu hijo que esa es la actitud del ganador, tendrá mucho
camino recorrido en la vida en general y en el deporte en particular.
Con todo esto se acaban unos cuartos que han
deparado muy bonitas semifinales, con un sabor bastante amargo por mi parte por
la eliminación de un Málaga, que nos
hizo soñar como solo sabe un Ingeniero de
sueños, pero con la satisfacción de que nos quedan por delante varios
partidos, que serán dignos de ver, dignos de contar y espero para ustedes
dignos de leer.
Hasta
pronto,
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